Siempre sentí que mi vocación era ayudar a los demás. Desde muy niña podía intuir lo que los demás sentían, y empatizaba rápidamente con el otro. Por eso siempre tuve claro que quería estudiar Psicología. Realicé los estudios de Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid, donde obtuve una beca para estudiar durante un año académico en la Universidad de Puerto Rico, donde realicé cursos de doctorado. Allí fue mi primer contacto con la Psicología Sistémica, donde descubrí la importancia de concebir a la persona no como un individuo aislado sino como parte de un sistema familiar.